Sabemos que, en varios momentos de la historia, los métodos de tortura se han implementado para castigar u obtener información de los acusados. Un periodo donde más se utilizaban fue durante la Santa Inquisición, cuando a las personas se les acusaba de herejía o brujería. Estos instrumentos causaban daño muscular, cortes, desfiguración, quemaduras en el cuerpo y se podían utilizar diferentes sustancias químicas. Lo peor es que la mayoría no causaban la muerte, solo un terrible dolor para la víctima. Éstas son algunas de las peores torturas que han existido.
1. La cuna de judas
Con este método, la víctima era elevada a la punta de una pirámide y descendida sobre ésta, haciendo que su peso cayera sobre el ano o la vagina, bajo el escroto o el coxis. Podía variar la presión dependiendo de cuánto peso de la víctima recayera en la pirámide. Sacudían a la persona o la hacían caer repetidas veces sobre la punta.
2. La pera anal o vaginal
Se colocaban en la boca, vagina o recto de las personas y las iban expandiendo con un tornillo hasta la máxima apertura, lo que ocasionaba que se mutilaran las cavidades de la víctima. Las puntas que se encontraban al final de los segmentos cortaban la garganta, el cérvix y los intestinos. Originalmente, la pera se creó para las mujeres que habían sido encontradas culpables de tener una relación con el demonio o por tener relaciones incestuosas. 
3. La rueda para despedazar
Se colocaba a la víctima desnuda, se ponía con los miembros extendidos al máximo y estaban atados a estacas o anillos de hierro. Debajo de las muñecas, codos, rodillas y caderas se les ponían trozos de madera. El verdugo machacaba los huesos y articulaciones, pero no daba golpes fatales. La víctima terminaba siendo un gran títere, aullando y retorciéndose, quedando a carne viva. 
4. La sierra
Como lo muestra la ilustración, debido a la posición invertida, se aseguraba que los mártires tuvieran suficiente oxigenación en el cerebro por lo que tardaban en fallecer, así que no perdían el conocimiento hasta que la sierra alcanzaba el ombligo o el pecho. 
5. Desgarrador de senos
Las cuatro puntas desgarraban los senos hasta convertirlos en una masa amorfa. Las mujeres que eran sometidas a este método eran acusadas de herejía, blasfemia o adulterio. Esta tortura se aplicó en determinadas regiones de Francia y Alemania hasta el siglo XVIII. 
6. La doncella de hierro
Esta caja cerrada, similar a un ataúd, tenía en la puerta pinchos los cuales perforaban a la víctima. Las garras no mataban a la víctima, así que sufría de un terrible dolor durante días hasta que desfallecía. 
7. El toro de falaris
Es un instrumento de tortura cuyo nombre se atribuye a Falaris, tirano de Acragas, Sicilia, que murió en el año 554 a. C. Los castigados se introducían en el interior de una estatua de bronce hueca con forma de toro. La estatua se colocaba encima de una hoguera, por lo que la temperatura del interior aumentaba como en un horno. Los alaridos y los gritos de las víctimas salían por la boca del toro, haciendo parecer que la figura mugía. 
8. Aplasta-Pulgares
También conocido como pinniwinks, este instrumento aplastaba la raíz de las uñas hasta que la sangre salía a chorros. Se dice que en 1629 en Poessneck, Alemania, dejaron a una mujer con estos tornillos de diez de la mañana a una de la tarde, mientras que el torturador y sus colaboradores iban a almorzar. 
9. La gota china
Inmovilizaban al reo tumbado boca arriba, de modo que le cayera sobre la frente una gota de agua fría cada cinco segundos. El goteo continuo provocaba daños en la piel, la víctima no podía dormir ni tampoco beber agua, por lo que a los pocos días moría de un paro cardíaco. 
10. El machacador de cabezas
La cabeza de la víctima era introducida en este instrumento y le apretaban la cabeza lentamente. Los dientes estallaban o se clavaban en los huesos, los ojos se salían de las cuencas, el cráneo se rompía e incluso podía salirse el cerebro por los oídos. 
La tortura existe desde hace muchos siglos y aunque el hombre evoluciona en la tecnología y medicina, por desgracia, estos métodos u otros nuevos se siguen utilizando en varias culturas, haciendo parecer que la violencia fuera algo natural en nosotros.
¿Qué opinas de estas antiguas formas de tortura? 
Fernanda Revilak para Watch&Think